Las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no
se cometieron cuando se tuvo la oportunidad.
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son
los demás.
En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo
de razón.
La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de
la inteligencia.
La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo
diferente forma.
La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que,
cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente
resolución de volverse loca.
Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.
¡Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco!
Todos son locos, pero el que analiza su locura, es llamado filósofo.
Una vez al año es lícito hacer locuras.
San Agustín (354-430) Obispo y
filósofo.
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